Dante, en su “Divina Comedia” colocó a Filippo Argenti en el capítulo quinto, canto VIII del apartado del Infierno. “Torturas: Felipe Argenti, Virgilio y la ciudad de Lucifer. Oposición de los demonios.” Línea 61:
Y digo: “Maestro (a Dios), tendría la gran alegría
de verlo, mientras todavía estoy embarcado,
como el lodo le cae por la espalda (a Filippo).”
Y me dice: “Antes de llegar a la otra orilla,
en medio del humo contempla las torturas,
y sáciate de verle en el barro”.
“Y los gritos, los empujones, las audacias
de los que acometían enfurecidos,
a Dios hago alabanza y doy gracias”.
“Felipe Argenti!” decían los valientes;
y el florentino de orgullo y de bravura
se hincaba con los dientes”.
“Pero dejémoslo en la laguna ingrata
pues yo oigo como un lamento
y levanto los ojos para mirar atentamente hacia adelante.”
(Nota: Hay autores españoles que traducen de esta obra el apellido Argenti a Argente).
Dante y Filippo tuvieron muchos enganches políticos, sus fuertes caracteres chocaban constantemente y para colmo, ambos pertenecían a partidos políticos opuestos. Escritores de entonces ya comentaron en diferentes ocasiones los diversos incidentes que tuvieron.
Tenemos estos siguientes ejemplos:
Una vez, Filippo bofeteó a Dante públicamente en medio de la calle.
Un hermano de Filippo se hizo con las posesiones de Dante, cuando éste abandonó Florencia en su famoso exilio.
La familia de Filippo se oponía a que Dante regresara a Florencia de su exilio. Dante fue enviado al exilio por no poder hacer frente al pago de una gran suma de dinero que le habían adjudicado. Resulta que el Papa Bonifacio VIII pidió a la delegación florentina que regresara a su ciudad con Dante incluido y obligó a éste que se quedara allí. Por entonces el primer día de 1301, Carlos de Valois, rey de Nápoles, invadió Florencia con los Güelfos negros, oponentes de los blancos e hizo lo posible para destruir la ciudad y sus alrededores. Dante fue hallado con los suyos, los que sobrevivieron y fue castigado a pagar una gran suma por su libertad. Viendo que no podía hacer frente a la deuda, Dante fue condenado a ser exiliado por espacio de dos años. Los Adimari como los Cavilluci hicieron lo posible para respaldar al rey napolitano y hacer fuerza para echar a Dante de Florencia. Los Cavalluci fueron nombrados recaptadores de los bienes del poeta, pero gracias a Gemma, su esposa, una buena parte del patrimonio del poeta fue ocultado. Dante hizo lo posible para restablecer el poder de los Güelfos blancos de Florencia pero las traiciones en su partido hizo que decayera y se disolviera el partido.
Dante se exilió primero a Verona y a Lucca, al norte de Italia, esperando regresar a Florencia. Cuando en 1310 Baldo d’Aguglione perdonó a la gran mayoría de los Güelfos Blancos y aceptó que regresaran a Florencia, Dante, por su parte, no fue perdonado. Esta vez, el poeta fue excluido por las lamentables y nefastas cartas que hizo al emperador de Alemania, Enrique VII, también Emperador del Sacro Imperio Romano. Viendo que su exilio era cada vez más largo, Dante resignado, visitó Rávena invitado por el príncipe da Polenta en 1318. Allí, acabaría con los capítulos del Paraíso.
Parece que fue nombrado por el príncipe da Polenta como embajador, ya que reciente llegado de Venecia, como embajador, cayó enfermo de malaria. La muerte le sorprendió en Rávena el 14 de septiembre de 1321, a la edad de cincuenta y seis años. Fue enterrado en la iglesia de San Piero Maggiore (San Pedro el mayor) de Rávena, actualmente iglesia de San Francisco de Asis.
Aunque se construyó un mausoleo en la Santa Croce de Florencia, su cuerpo nunca se movió de Rávena donde aún sigue.
Sobre la descendencia de Filippo Argenti por el momento se sabe que tuvo tres hijos reconocidos: Giovanni, Salvatore y Filippo. Del pequeño no se sabe nada, tan solo que su descendencia quedó en Florencia y que muy posiblemente se extinguiera. De los dos mayores, los investigadores históricos italianos dicen que, se marcharon de Florencia en busca de otro tipo de vida, poco tiempo antes de que muriera Filippo en la década de los treinta del siglo XIV, apellidándose Argente, aunque hay documentos donde siguen diciéndose: “Fratelli Argenti, mercaderi”. Viajaron hasta la corona de Aragón, estableciéndose primero en Barcelona. El segundo de los hermanos, Salvatore, de su nieto que se llamó igual que él, marchó a Valencia como mercader y allí se instaló. La descendencia de Giovanni se extendió entre Cataluña y Aragón, mientras que la descendencia de Salvatore sigue en Valencia, principalmente en el pueblo de Navarrés, lugar donde la gran mayoría se apellida Argente y donde hay más descendientes de Filippo Argente. Durante la primera mitad del siglo XX, varios miembros de una de estas familias, se instalaron en Mallorca y en diferentes países, Argentina (Rosario y Córdoba) y en Francia (Provenza, principalmente en Marsella).
El gran Boccaccio, famoso escritor italiano, también habla de Filippo en su obra, el “Decameron”. Boccaccio también fue el primero en escribir su biografía.
Escrito por: Joan Miquel Domingo Leído 3.272 veces.
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